jueves, 25 de diciembre de 2008

Así resultó la Jornada Monográfica sobre Gestión Documental, Facturación Electrónica y Digitalización de Facturas

En opinión de D. Bartolomé Borrego:

El acto contó con una considerable asistencia de público muy interesada en lo que, a mi modo de ver, será el futuro por el que tendremos pasar todos: La gestión documental, en la que van a confluir diferentes materias como la factura electrónica, las facturas digitalizadas, las declaraciones y otros documentos tributarios, los libros contables y registros fiscales, etc.



Los más visionarios, entre los que me encuentro, vemos claro que las empresas han de incorporarse lo antes posible en esta nueva forma de gestión de la información, pero sin duda, lo más destacable es el interés que está despertando esta materia en el mundo empresarial, no así en el mundo de la asesoría fiscal.

No voy a detallar los contenidos de mi ponencia, pero sí voy comentar, aunque brevemente, mi previsión al respecto para un futuro próximo.

La ingente cantidad de información en formato electrónico que manejamos hoy día está provocando en muchas empresas verdaderos problemas de búsqueda y localización de la misma. Pensemos en la variedad de ficheros que utilizados diariamente: Word, PowerPoint, Excel, Correos electrónicos, Pdf, facturas electrónicas, facturas digitalizadas, declaraciones tributarias, contratos mercantiles, etc.

Por otra parte, la Ley 36/2006 de Medidas prevención del fraude fiscal, en el desarrollo llevado a efecto por el RD 1065/2007, Reglamento Gral. Gestión e Inspección Tributaria, ha concretado que a partir de 2009, las Sociedades Anónimas (A) y Limitadas (B) deberán presentar obligatoriamente por vía telemática una declaración informativa comprensiva de Libros de Registro de Facturas que, previsiblemente, se aprobará a finales del presente año.



Ello plantea un problema que va a afectar principalmente a los profesionales de la asesoría fiscal, ya que en los primeros 20 días posteriores al período que comprenda la declaración, tendrán que presentar los libros registro de IVA en el formato que se determine. El contenido de estos libros, tendrá que coincidir con las facturas expedidas y recibidas y con la información que se declare en la correspondiente declaración de IVA, y me temo que estos profesionales no van a tener tiempo material para hacer que cuadren los tres.

Tras esta previsión, la conclusión a que apunté es clara:

Las empresas necesitan implantar un sistema de gestión documental que permita un acceso, total o restringido al personal, con niveles de acceso diferentes, que, llegado el momento, permita incluso al asesor fiscal descargarse a tiempo los datos para la confección de la declaración de libros registros.
Asimismo, el gestor documental serviría también para garantizar el acceso completo a la AEAT a la hora de comprobar facturas electrónicas.
Comprendo que ésta es una época algo dura para los asesores fiscales debido a la Campaña de Renta, después vendrá la de Sociedades y luego llegará el verano… Espero y confío en que estos profesionales a su vuelta de las vacaciones y con mente despejada se vayan mentalizando de esta necesidad, tanto para ellos, como para sus clientes, con quienes tendrán que llevar a cabo una labor importante de concienciación.